Con una organización adecuada de la información se deben perseguir objetivos tales como:
1.- Crear valor a través del conocimiento que se genera con la experiencia de las personas que forman parte de nuestra organización, potenciando el aprendizaje y la formación de los mismos, persiguiendo una mayor creatividad y capacidad de generar ideas, y así buscar una mayor innovación. Estamos hablando sin duda de potenciar el activo más importante de la empresa en la actual nueva economía, las personas.
2.- Dar satisfacción a las necesidades presentes y futuras de nuestros clientes, buscando el mejor servicio hacia el cliente a través del análisis de su comportamiento, sus gustos e inquietudes. Se pueden utilizar técnicas de análisis como entrevistas con clientes y usuarios, realizar estudios de mercado, hacer un seguimiento de nuestra competencia, a través del intercambio de experiencias, conocimientos y opiniones con otras empresas, compartir dentro y fuera de la empresa, colaborar con los demás, etc.
3.- Detectar, aprovechar y generar las oportunidades para innovar y así mejorar su posición competitiva, buscando nuevos modelos de negocio, analizando las tendencias del mercado y su entorno,... con el fin de reorganizar y rediseñar nuestros negocios y crear más valor. Debemos pensar en innovar en nuestros productos y servicios, pues el mercado es cada vez más competitivo.
También se puede establecer un sistema de alertas sobre puntos básicos que afecten a nuestra competitividad como perdida de cuota de mercado de alguno de nuestros productos o servicios, aumento de stocks, perdida de productividad por empleado-año, insatisfacción del personal, etc.
En conclusión la infonovación es la herramienta que nos permitirá que nuestra empresa crezca y nos aporte una mayor garantía y seguridad en su futuro. No se trata tanto de seguir un manual de innovación que nos indique como debemos gestionar y organizar la empresa sino utilizar la información que nos proporciona continuamente nuestra propia empresa y el entorno en que se desenvuelve para identificar y explotar oportunidades e ideas que permitan mejorar nuestra posición competititiva en el mercado.
Por último destacar la necesidad cada vez mayor de potenciar los activos intangibles en la empresa tras la revolución provocada por las nuevas tecnologías de la información e Internet: la información, el conocimiento, la creatividad, la imaginación y la innovación.
[Manuel Trincado]